Después de una larguísima travesía por el desierto, la banca parece que empieza a vislumbrar el final de la sequía o, al menos, un pequeño oasis en medio de casi una década de tipos bajos que han presionado a la baja sus márgenes y sus beneficios.
A la eterna época de tipos bajos se le unió, hace ya más de un año y medio, la pandemia de coronavirus que trajo como reacción un conjunto de estímulos económicos sin precedentes para apoyar la economía en un momento de crisis absoluta. |